Paula Argañaraz (foto), la joven de 20 años arrollada por un vehículo manejado por un adolescente a comienzos de junio, todavía sufre las secuelas de ese episodio: ayer a la madrugada tuvo una complicación respiratoria y los médicos decidieron operarla de nuevo. Se encuentra en terapia intensiva.
La información fue confirmada a LA GACETA por el abogado de la familia, Facundo Maggio. “Fue internada de urgencia porque no podía respirar. Esto muestra la gravedad del choque que sufrió”, relató. La familia de Paula estuvo todo el tiempo con la muchacha, por lo que no pudieron dialogar con la prensa. Sin embargo, su hermana Laura, quien viralizó el caso a través de las redes sociales y fue contando todos los pasos de la recuperación, publicó en Facebook que los problemas comenzaron alrededor de las 23.30 del miércoles. También agregó que, tres horas después de llamar a una ambulancia, tuvieron que trasladar a la joven -que no podía ni siquiera estar sentada por su operación de cadera- en el auto de la familia, porque el servicio nunca llegó.
Por la tarde, la hermana mayor pidió en el grupo que creó en las redes por este caso -“Justicia para Paula Argañaraz”- una cadena de oración. “Solicitamos a todos los familiares, amigos, compañeros y conocidos de Paula y todo aquel que lea esto que realicemos juntos oración, en primer lugar para agradecer por la Misericordia del Señor y segundo apelar a ella nuevamente. Paula entró a quirófano nuevamente. Les pedimos rezar con fe y humildad por Pau”.
Arrollada
La estudiante de Medicina fue arrollada por un Honda Fit durante la madrugada del 4 de junio, cuando cruzaba la avenida Aconquija al 1.200, en Yerba Buena. El conductor nunca se detuvo. El fiscal Diego López Ávila pidió la detención de la propietaria del automóvil, pero cinco días después el hijo de 16 años de ella admitió que él era el conductor. Si bien pasó un tiempo en el instituto Roca, ahora se encuentra viviendo con sus tíos en el Country del Jockey.
La joven fue internada con fracturas en una mano, cadera y clavícula, acumulación de líquido en la cabeza y un hematoma en uno de los pulmones. El 11 de julio, le habían permitido volver a su casa.